La crónica novelada de las investigaciones de Capote sobre el brutal asesinato de los Clutter, me atrapó desde el inicio. Las descripciones de los personajes, paisajes, hechos y lugares esta perfectamente cuadrada con las entrevistas, diálogos, cartas e informes que fue recopilando a lo largo de su investigación. Los hechos reales, lo que vivieron y sufrieron todos los personajes involucrados en este brutal suceso han sido llevados al libro sin sentimentalismos ni adornos.
El leer este libro, ver la indiferencia y las patologías de los asesinos, como reaccionan los vecinos y amigos de los asesinados y, sobre todo, lo brutal, inútil y totalmente carente de lógica del asesinato de esta familia se deja sentir a lo largo del libro.
Uno de los momentos más intensos del libro es cuando Perry relata como es que asesinaron a los Clutter, la frialdad y el desapasionamiento con que narra cada uno de las acciones que tomaron logra convencer (por lo menos a mi) del poco valor que estos personajes le daban a la vida humana.
Sin un ánimo de inclinarse por uno u otro personaje, ni justifica la muerte de los Clutter ni oculta la complejidad de Smith y Hickock. Capote crea una verdadera obra maestra, donde página a página vamos saltando entre diferentes personajes, entendiendo tanto a los asesinos como a la comunidad que fue afectada por este brutal, pero sin sentido crimen.