Es por esto que el libro queda cojo; pero trataré de comentar lo que he leido.
La historia se desarrolla en Francia durante el consulado de Napoleón, luego de la abolición. En el país (y fuera de él) existen todavía grupos de poder que quieren que vuelva la monarquía; quiere reinstaurarse la dinastía Borbon.
Es en este marco donde los principales personajes hacen su aparición Cadoudal, el rebelde que se opone a Napoleón; el propio Napoleón que trata de mantener una Francia en paz y convertirla en un país poderoso y estable; Fouché con sus intrigas; Josefina; que hasta cierto punto recuerda a María Antonieta y nuestro trágico héroe de una familia marcada por la tragedia; Hector de Sainte-Hermine.
Es con estos personajes (y más aún) donde esta primera parte de la historia se desarrolla; llena de intrigas (Fouché se porta como un maestro para lograr retomar su puesto como director de la policía), espionaje (el gañán es increible); actos de caballerosidad que ahora nos parecen inauditos o increibles (el acuerdo de alto al fuego entre Napoleon y Cadoudal por ejemplo).
Es con este crisol de personajes y situaciones donde Dumas con maestría presenta todo el contexto en donde Hector va a desenvolverse.
Por desgracia, como digo, esta primera parte es sólo la presentación de la escena; el contexto. Falta el desarrollo de la acción, espero la pueda leer en breve.
Punto aparte merece el detalle del baile en casa de Madame de Permon, la descripción de la aristocracia francesa y el comportamiento antagonico que hay entre Madame Leclerc y Madame de Contades nos hace ver que hay cosas que por más que pasen los años; nunca cambian.