De frases ampulosas en exceso, extraordinariamente rebuscadas, con monólogos azucarados hasta la diabetes, creo que esta colección de cuentos es apenas interesante.
La temática de las historias pudo haber sido explotada de mejor manera (la historia del gallo o la del viejo y huraño marinero) tienen un gran potencial; pero el estilo de Melville convirtio una idea interesante en una mala historia.
No he leido, aun, Moby Dick; pero si el estilo se mantiene, va a ser mejor que evite dicho libro.