Una vez más Daniel Pennac nos mete en la vida de la familia Malaussène con este quinto libro. Si entendí bien es el quinto en español, pero es el sexto de la saga.
Como otras veces nos vemos sumergidos en esta vorágine de acidez y humor negro. Con un estilo único y con una prosa muy coloquial, Pennac nos lleva por esta nueva aventura de Benjamín Malaussène y familia; y por familia entendemos a los hermanos, medio hermanos, tíos, amigos, monjas, perros, policias, matones y mafiosos que viven, convive y tratan con ellos en Belleville.
En esta ocasión vemos a Benjamín más preocupado de lo normal, Thérèse se va a casar, y no con cualquier persona, se va a casar nada más que con Marie – Colbert de Roverbal, consejero refrendario de primera clase del Tribunal de Cuentas….
Théresè, la adivina rígida y cuadriculada que puede leer el futuro de las personas en cualquiera de las formas inventadas por el hombre y los dioses se ha enamorado hasta sus visibles huesos de un hombre que no sólo lleva en sus hombros la carga de tan ostentoso título. También de alguna manera el suicidio de su hermano lo marca a él y a su familia, la cual parece tener un pasado escabroso.
Algo es cierto en las aventuras de Benjamín, nada es lo que parece y siempre va a cargar con la culpa de lo que sea este sucediendo, sépalo él o no. Pero en este caso nuestro Benjamín sabe exactamente lo que está pasando y lo que paso. Ya está sacando la cuenta de los años que va a pasar en prisión.
Pennac se ha convertido en uno de mis autores favoritos y este libro, aunque divertido y en toda la línea de los anteriores, está por debajo de lo que esperaba. No es el mejor de ellos, pero esta muy por encima de otros que he leído. Si quieren algo divertido, sarcástico, sorprendente y con mucho humor, lean esta saga.