Giles Milton nos entrega una novela ágil, divertida, rápida de leer y con un objetivo fundamental en mente: Entretener.
Y lo logra.
Edward Trencom es el dueño de Trencoms, una quesería en Londres con más de 300 años de antigüedad. En realidad es la quesería más importante que hay. Pero Edward tiene también una habilidad especial su nariz ha sido bendecida con una sensibilidad (y forma) única. Es capaz de detectar las sutilezas de un tulumotiri, la procedencia exacta de un tomme, o que vaca dio la leche para un determinado stilton.
Esta habilidad (y la forma de la nariz) ha pasado por los Trencom de generación en generación. Pero un gran misterio que rodea a los patriarcas de la familia. Todos tarde o temprano se van del país para nunca volver.
Edward ha llevado una vida tranquila, sin sobresaltos. Va de su casa al trabajo ida y vuelta, hace el amor con su esposa una vez a la semana y su pasión es el queso. Pero todo esto empieza a cambiar sutilmente cuando un extraño le dice que su vida está en peligro.
A partir de este instante una serie de hechos extraños empiezan a cambiar la apacible y serena vida de los Trencoms. Por un lado su infalible nariz empieza a fallar en los momentos que más la necesita, se da cuenta que está siendo vigilado por griegos (lo cual no tiene ni pies ni cabeza para él) y finalmente encuentra unos papeles que resumen los últimos trescientos años de historia de los Trencom y da a conocer el paradero final de los jefes de la familia.
Con este argumento Milton nos entrega una historia de misterio, política (algo) intriga e historia. Desenrrolla ante nosotros una trama de asesinatos y revoluciones que van cobrando la vida de los Trencom sin motivo aparente. De alguna manera el linaje de esta familia esta íntimamente ligado a la historia y revoluciones griegas de los últimos trescientos años.
Con una pluma divertida y mucho humor inglés, Milton nos entrega en esta libro un pequeño tratado sobre quesos (abstenerse intolerantes a la lactosa) junto con un misterio familiar que nos lleva desde Londres hasta Grecia, desde el siglo XVII hasta el siglo XX.