Hablar de Moorcock es hablar del multiverso del campeón eterno, de la eterna lucha entre el Caos y la Ley y de trágicos héroes.
Moorcock creó una serie de sagas en donde todos los personajes al final son el mismo en diferentes aspectos. Son el campeón eterno, peones en la eterna lucha entre Caos y Ley, entre lo estático y el cambio, entre la civilización y la locura.
Tanto la Ley como el Caos tratan de imponer sus paradigmas. En el caso de la Ley hablamos de orden, razón, estabilidad. Pero el predominio de la Ley hace que el universo se estanque y muera, que no avance. El extremo de un universo donde la Ley impera en su totalidad es un universo frío y muerto, donde todo es uniforme.
Por el contrario el Caos representa el cambio, locura, arte, desorden. Un universo donde el Caos impere es irracional, inestable, en cambio permanente e impredecible.
“La joya en la frente” nos presenta a Dorian Hawkmoon, un nuevo Campeón Eterno. En este caso particular este universo es la Tierra en un futuro lejano post apocalíptico en donde las espadas y armaduras se mezclan con lanzallamas y ornitópteros.
Dorian Hawkmoon es el duque de Colonia que se ha opuesto al avance del Imperio Oscuro de Granbretan. Luego de una batalla es capturado y entregado a los magos-científicos de Granbretan para que lo conviertan en la herramienta que necesitan para destruir al conde Brass, el único guerrero que podría oponerse su avance.
Los magos-cientificos han implantado una joya negra en la frente de Hawkmoon que les permita ver y grabar todo lo que Dorian ve, pero de igual manera puede causar su muerte en caso de desobediencia. Mediante un sencillo plan logran hacer que Hawkmoon llegue a Camarga, la región bajo protección de Brass, para iniciar la caída de este.
El conde Brass se da cuenta de lo que ocurre y tiene su propio plan. Dorian se convierte no sólo en el brazo derecho del conde, también es un enemigo implacable para Granbretan y un buscador de su propia libertad por que la joya aún puede tomar su vida.
“La joya en la frente” es el primer libro de la trilogía de Dorian Hawkmoon pero lo considero muy por debajo de la saga de Elric o de Corum. Este libro es básicamente la presentación de esta Tierra futurista. El viaje que Hawkmoon se ve obligado a hacer para liberarse de la joya lo lleva por diferentes sitos y conoce a extrañas personas que lo ayudan o lo quieren capturar. Su viaje nos muestra desde flamencos gigantes que pueden llevar personas y caballos azules incansables a un circo de extraños y deformes seres dirigidos por un inmortal contrahecho y rencoroso.
Aunque el libro puede ser divertido y es muy ligero, los personajes no terminan de cuajar y el aspecto frío y lógico que Dorian Hawkmoon muestra al inicio del libro lo hace el más acartonado y predecible personaje. Moorcock a usado una fórmula que la repite en varias de sus novelas, el héroe trágico, un enemigo personal e implacable que está al mismo nivel del héroe y un viaje por tierras fantásticas e increíbles.
No es el mejor libro de Moorcock. En realidad les recomendaría la saga de Elric o de Corum mucho antes que esta.