“Limbo” ha sido una lectura larga y difícil. Me animé por este libro debido a comentarios que lo ponían al nivel de “1984” y “Un mundo feliz”, pero nada más lejos de ello.
Aunque fue escrito en 1952 plantea una serie de conceptos muy adelantados a su época pudiendo considerarse a este libro como uno de los precursores del cyberpunk. Desde computadoras que controlan naciones hasta miembros artificiales con los que se reemplazan los naturales “Limbo” presentó en su momento ideas innovadoras.
La historia se desarrolla en unos distópicos 90 luego de una tercera guerra mundial que sucedió hace 18 años. Durante ese tiempo el Dr. Martine ha convivido con los Mandunji en una isla no cartografiada, su habilidad como neurocirujano ha servido a las tradiciones de los nativos. Las cientos de lobotomías que ha realizad han extirpado la actitud violenta de algunas personas consideradas por la tradición Mandunji como “anormales”. Pero también las ha sumido en un estado de lasitud y apatía que raya en la indiferencia. Pese a que se cuestiona amargamente si lo que hace esta bien o la validez de sus resultados, no ha dejado de investigar y experimentar.
La aparición de un barco y la llegada de los pasajeros y tripulación a la isla ponen en contacto a los Mandunji y al propio Martine con el nuevo orden surgido de las ruinas de la guerra. Aunque Martine decide permanecer oculto a los visitantes, se las ingenia para indagar lo que más pueda. La mayor sorpresa se da cuando ven que todos los pasajeros, que son atletas olímpicos en entrenamiento, han reemplazado sus miembros por otros artificiales.
La curiosidad de Martine lo obliga a abandonar la isla con una serie de interrogantes que necesita responder. Realiza un largo viaje hasta lo que queda de los EEUU y empieza a vislumbrar con creciente terror que el “nuevo orden” se basa en un diario que él escribió durante la guerra. La figura de Martine ha sido endiosada debido a que fue el primero que “desobedeció” las órdenes de las computadoras que manejaban la guerra, justo antes del estallido de las bombas atómicas que asolaron la Tierra.
Martine ahora se ve enfrentado a un mundo difícil y fanático en donde él es el principal causante de esta nueva forma de vida. El pacifismo ha sido llevado al extremo y la automutilación es la máxima expresión de humanidad, sin embargo inclusive en esta masoquista forma de ver la paz hay sus extremos irreconciliables. Hay algunos que argumentan que el ser humano debe sacrificar todos sus miembros sin reemplazarlos por otros cibernéticos, llevando a la inmovilidad total para lograr la paz.
Martine tiene que vivir y sufrir en carne propia los resultados de las ideas que vertió en sus diarios, ver como se ha tergiversado cada uno de los conceptos que plasmó en esas páginas y luego tratar de enderezar las cosas.
“Limbo” como libro es interesante, pero las extraordinariamente largas argumentaciones y discusiones filosóficas y morales sobre la automutilación para conseguir la paz llegan a hacer una lectura bastante pesada.
No creo que este a la altura de “1984” o de “Un mundo feliz”, pero plantea conceptos interesantes desde una perspectiva diferente.