Es el primer libro que leo de Chandler, los capítulos iniciales no me convencieron; me pareció una novela lenta, sin mayor interes; estuve a punto de dejarla a medias más de una vez….. lo cual hubiera sido un gran error.
En este libro nos encontramos con Philip Marlowe, un detective cuarenton, cínico y mordaz, con pocos amigos pero honesto como nadie.
La historia inicia con el encuentro entre Marlowe y Terry Lennox, un borrachin venido a menos que es abandonado en la calle por su ex esposa. Marlowe lo toma a su cuidado esa noche y a raiz de eso nace una extraña amistad; la cual se resumia a algunos encuentros, conversaciones breves y tomar algun trago en bares cercanos al trabajo de Marlowe.
Cuando Lennox se acerca a Marlowe un día y, a punta de pistola, lo quiere obligar a que lo lleve a Mexico es cuando la historia toma forma.
Marlowe es un detective muy particular, es cínico, duro, mordaz, confronta de manera directa a sus clientes, testigos, enemigos y amigos. No le importa causar daño con sus comentarios mientras consiga las respuestas que necesita.
Con un estilo muy particular Chandler desarrolla una trama llena de giros y contramarchas; donde a cada posible fin de historia hay nuevas interrogantes que se plantean; las suficientes para causar dudas, pero no tantas como para que sean muy obvias.
Bajo la mirada de Marlowe tenemos una visión sarcástica y crítica de los Estados Unidos de la década del cincuenta, tanto de la clase acomodada (un millonario dueño de periodicos, un escritor torturado hasta la autodestrucción por un oscuro secreto, esposas hermosas más promiscuas que prostitutas de la calle) como del hampa de Los Angeles (Mendy por ejemplo) y de la policía (presa de una inacción e indiferencia extraordinarias).
La complejidad de la trama es una de las cosas que más me atrajo al ir avanzando con el libro. No pude despegarme de él; aunque en algunas ocasiones me di cuenta de que es lo que estaba sucediendo o quien era el culpable, siempre era necesaria avanzar para ver que no estaba equivocado; y si no lo estaba, nuevas preguntas se abrian y era necesario responderlas.
Philip Marlowe me recuerda a un perro de caza, mientras exista alguna duda o posibilidad por explorar, va a aferrarse a ella hasta encontrar la respuesta; no importa sobre quien tenga que pasar o a quien tenga que enfadar. Lo importante es encontrar la verdad; pese a quien le pese.
Los personajes que Chandler retrata en el libro son extraordinariamente humanos, con secretos que los desgarran, manipuladores consumados, hombres de ley hastiados y cansados de siempre ver lo mismo, gente que trata de ser honesta pero la propia sociedad en que vive o las circunstancias no lo dejan.
Pero Marlowe es Marlowe, duro, honrado, leal a si mismo, con pocos amigos…. y eterno