Este es uno de los peores libros que he leído. Y he leido libros muy malos.
Lo que me parece extraño de este libro es que es muy sencillo de leer y uno cae envuelto dentro de la endeble y ridícula trama. Esta historia nos presenta a Roger Brown, el mejor headhunter en Noruega. Trabaja en una pequeña pero reconocida firma, tiene una bellísima y amorosa esposa (es imposible comprender como es que luego que la obliga a abortar sigue casada con él). Pero Brown tiene un estilo de vida que no puede seguir pagando, por eso tiene una segunda vida. La de ladrón de obras de arte.
En una de las fiestas de que Diana prepara en su galería (una de las más exclusivas obviamente), Brown conoce al candidato perfecto para un trabajo. No sólo es perfecto físicamente, también cumple con todas las expectativas de los empleadores. Como aliciente extra Clas Greves no sólo es un ex comando holandes, también ha encontrado un cuadro perdido de Rubens la caza del jabalí de Caledonia.
Con este tema inicial Jo Nesbø nos embarca en una ridícula, cinematográfica, predecible y tramposa historia. Explico cada uno de los puntos.
Rídicula: Por que los personajes se presentan estereotipados, el único que parece tener cierta profundidad es el propio Brown, ilusión que es causada por que la historia es narrada en primera persona. Pero el que el protagonista narre sus problemas existenciales no hace al personaje profundo o memorable.
Cinematográfica: Por que la historia esta contada para ser llevada al cine. Armas, atropellos, mujeres hermosas, hombres guapos (uno es un ex comando), mucha de la trama se desarrolla en la alta sociedad de Noruega. La propia trama es más acorde con una película de Hollywood que con un libro decente.
Predecible: Muchas de las acciones que toma el personaje, muchas de las explicaciones que se dan ofrecen demasiadas luces acerca del recorrido de la historia. Tal vez no me imagine que le irían a colocar el “gel rastreador” en el cabello, pero de que lo usaban en Brown, no había la menor duda.
Tramposa: No hay peor autor que aquel que trata al lector como un idiota. Lotte, la ex amante de Brown que aparece inicialmente como una historia secundaria pero interesante, pasa luego a convertirse en parte del complot en el que Brown cae envuelto.
Pero lo peor que hace Nesbø es explicar todo. Al final del libro, cuando este improbable héroe resuelve el misterio y termina matando a, por lo menos tres personas no le queda más que atar todos los cabos, explicar como si el lector fuera un niño de primaria cual era la función de cada uno de los implicados en la historia.
Un libro que deben evitar a toda costa, a menos que lo quieran usar para prender una fogata.