Javier Cercas nos embarca en un viaje que combina en partes iguales la nostalgia y el romanticismo pese a que gran parte de la historia se desarrolla durante la guerra civil española.
En la primera parte del libro Cercas se presenta a si mismo como un periodista mediocre y un escritor frustrado. Con un par de novelas escritas en una no tan lejana juventud llega a sus oídos una historia que le resulta fascinante. Rafael Sánchez Mazas uno de los fundadores de la Falange española y luego ministro de Franco se salvó de morir fusilado por un anónimo soldado que calló cuando huía de la masacre. Cercas se obsesiona con la historia y empieza su investigación y la manufactura de “Soldados de Salamina”.
La primera parte del libro es básicamente la búsqueda de Cercas por información confiable acerca de los sucedido con Sánchez Mazas, nos presenta a diferentes personajes e historias que van engranando perfectamente y se va desmenuzando la historia de la huida de Sánchez Mazas.
La segunda parte de la historia es la más densa para mi, aunque la prosa de Cercas te lleva fácilmente a lo largo de la historia, en este punto lo que vemos es más el aspecto político de una España que esta en guerra y franquista, el eje sigue siendo aún Sánchez Mazas, pero el enfoque es más histórico y político que novelesco.
La tercera y última parte es, a mi gusto, la más interesante.
Cercas se haya frustrado, la novela le ha quedado coja y no sabe como terminarla hasta que por razones de trabajo conoce al escritor chileno Roberto Bolaños, este le ayuda, de manera indirecta, a redondear la idea y terminar su obra.
Gracias a Bolaños, Javier Cercas conoce a Miralles, un viejo soldado español que peleó en más de una guerra cargando más de una bandera. Miralles fue uno de los milicianos que estuvo en el encarcelamiento de Sánchez Mazas y quizás fue el responsable de su fuga.
Creo que “Soldados de Salamina” más que una novela es la crónica de quienes sufrieron y murieron por unos ideales románticos. Es el pellejo dejado en un campo de batalla olvidado y venido a menos. Es, básicamente, una memoria de aquellos que hirieron y curaron a España.