Siempre hay algo especial cuando se lee una saga antigua. Ya sea Beowulf, Orlando, el Cid o cualquier otra.
Estas viejas historias lo que hacen es transportarnos a otras épocas, otros mundos en donde las cosas eran, en algunos casos, blanco y negro.
Esta saga en particular gira alrededor de la historia de amor que hay entre Kormak y Steingerd.
Kormak no es sólo un guerrero que es capaz de matar para conseguir lo que desea, también es alguien que sabe usar las runas, el lenguaje. Para los vikingos el manejo de las palabras era algo sumamente valioso por que con ello daban forma al mundo que los rodeaba.
Kormak conoce a Steingerd cuando sale junto con su hermano Thorglis a recoger corderos y se enamora perdidamente de ella “cuando ve sus tobillos” y empieza a cortejarla.
Como en toda historia, hay alguien que se opone a este romance y emboscan a Kormak, en la lucha este mata a los hijos de una hechicera, Thorvieig, la cual hechiza a Kormak con una maldición que hara que Steingerd nunca sea suya.
En este punto la historia se vuelve trágica, pues aunque Kormak ama a Steingerd al punto de poner su vida en riesgo innumerables veces, siempre termina rechazándola y enviándola a los brazos de otros hombres.
Este extraño comportamiento de Kormak, achacable a la maldición, no es ni entendido ni aceptado por Steingerd que pese a todo lo ama, pero su sentido práctico la hace seguir adelante con su vida.
No es de las mejores sagas que he leido, pero el comportamiento de Kormak y Steingerd no deja de ser muy auténtico y creible, junto con el hecho que esta matizada con muchas de costumbres de la época y con imágenes algunas realmente memorables como “yo que a menudo ofrecí / al cuervo la alegría de su cena” refiriéndose a las personas que mató.
Es interesante leerla, pero más como curiosidad o como objeto de estudio.
Descargar el libro: La saga de Kormak