Síntesis del libro:
Allan Karlsson tiene cien años y se acaba de fugar del asilo de ancianos. No es una persona particularmente brillante pero sabe que no quiere permanecer en ese sitio y seremos testigos de su extraordinaria y maravillosa vida así como de la historia de la humanidad durante el último siglo.
Trama general:
En su centésimo cumpleaños Allan decide huir del asilo en donde se sentía confinado. Una tarea nada fácil teniendo en cuenta su edad.
Su primera opción es tomar un autobús que lo saque de la ciudad en donde está. No es que haya planificado bien las cosas. Por lo general no lo hace.
En la estación se cruza con un pandillero que arrastra una gran maleta. Este le pide a Allan que la cuide mientras va a los servicios. Cuando el bus arriba a la estación Allan decide irse con maleta y todo.
El viaje lo lleva a un lugar alejado y casi abandonado en donde conoce a Julius Jonsson, , un setenton solitario, malhumorado, ladrón ocasional y el mal vecino de la zona. Se hacen amigos rápidamente y empiezan a beber.
El pandillero víctima del robo ha seguido la pista del viejo y llega hasta donde se encuentra él. Con la suerte que siempre a caracterizado a Allan logra reducirlo y encerrarlo en una cámara frigorífica. Es recién en ese momento que deciden, junto con Julius, abrir la maleta. Se dan con la sorpresa que está llena de dinero. Cincuenta millones de Coronas.
Todo esto sucede el primer día de huida de Allan.
La narración sucede en dos tiempos. El primero es el de la huida del asilo. El segundo es la vida de Allan Karlsson desde que nace hasta que llega al asilo. Y la vida de Allan si es interesante.
Nació en mayo de 1905, tenía un padre soñador que se fue a Rusia a pelear por la revolución y la revolución le devuelve el gesto matándolo. La madre de Allan era una mujer práctica que muere cuando su hijo tenía quince años. A esa edad Allan ya era un experto dinamitero (trabajaba en una empresa que fabricaba explosivos).
De mentalidad lineal y sin un compromiso político real (siempre se mantuvo indiferente al respecto) viajó por todo el mundo, codeándose con los líderes más importantes de la época.
Trabajó a las ordenes de Primo de Rivera en España, cambió de bando (sin ser soldado) cuando le salvó la vida a Franco. Huyó a los Estados Unidos y fue parte prescindible y sin importancia del Proyecto Manhattan (hasta que abrió la boca). Se embriagó con Harry Truman, viajó a China junto con la esposa de Chiang Kai Shek para luchar contra la amenaza comunista. Ayudó a escapar a la esposa de Mao Tse Tung, tomó té con Stalin, fue el culpable del gran inciendo de Vladivostok en el 58.
La vida de Allan, el sencillo y lineal Allan, fue más rica en experiencias de lo que se puede imaginar.
Apreciaciones:
El abuelo que saltó por la ventana y se largó es una divertidísima y ligera narración que se lee muy rápidamente entre carcajadas.
Las casi cuatrocientas páginas del libro no se sienten y las extraordinarias aventuras de Allan (tanto las de su huida como las de su pasado) por más exageradas y fantásticas que parezcan (es decir, tener en el mismo cuarto a Kim Il Sung, Mao Tse Tung, Kim Jong Il (de niño) y Kiril Meretskov es bastante improbable… y en este caso divertido) nos tragamos con dificultad el hecho pero queriendo saber cómo es que Allan, el simplón de Allan Karlsson va a salir del embrollo.
Pero este libro tiene otro compromiso con el lector y es enseñar historia política. Centrada principalmente en el comunismo. Lenin, Mao, Kim Il Sung son algunas de las figuras con las que Allan se encontrará y pese a su simpleza, dejará una marca en todos ellos. Ya sea agradable o no.
El abuelo que saltó por la ventana y se largó es un libro altamente recomendable que nos da en partes iguales diversión e historia.
Otros puntos de vista
http://librosdeolethros.blogspot.pe/2013/06/el-abuelo-que-salto-por-la-ventana-y-se.html
http://www.elplacerdelalectura.com/libro/el-abuelo-que-salto-por-la-ventana-y-se-largo