Síntesis del libro:
Primer libro de la saga El Sol y la Espada ambientado en el mundo de Battletech en donde grandes casas nobles se disputan el control de la humanidad con intriga política y grandes batallas con gigantescos robots tripulados llamados ‘Mechs.
Trama general:
Diferentes arcos de personajes se desarrollan en este libro (y obviamente al ser una trilogía no se cierran).
Por un lado, el de Justin Allard, un comandante medio capelense y medio Steiner (dos de las grandes casas de universo de Battletech) es emboscado junto con su unidad de ‘Mechs durante un ejercicio de entrenamiento y apenas pueden repeler el ataque, pero Justin sale muy malherido perdiendo un brazo. Justin luego es enjuiciado como traidor y luego exiliado a Solaris VII, el mundo donde pilotos de ‘Mechs luchan unos contra otros.
Gray Noton es un mercenario contratado por el condominio Draconis. Su única motivación parece ser el dinero y como base tiene a Solaris VII, en donde se hará amigo y socio de Justin. Lo que Justin aún no sabe es que la emboscada fue planeada por Noton.
Melissa Steiner es la heredera del Arcontado de la Comunidad de Lira y debe viajar de incógnito hacia la Federación de los Soles para casarse con Hanse Davion príncipe de la federación. Esta alianza cambiará el balance de poder que existe entre las diferentes casas.
Los Demonios de Kell es una unidad mercenaria bajo las ordenes de la Comunidad de Lira se verá atacada por los Kurita en busca de venganza y eso los llevará a ser partícipes de una conspiración que intenta destruir a la casa Davion.
Apreciaciones:
Aunque para ser un libro basado en un juego de mesa no está tan mal, tampoco es el mejor exponente de este tipo de novelas como puede ser la saga de Eisenhorn en el mundo de Warhammer.
La novela maneja tres grandes perspectivas creo yo.
Por un lado (y quizás la más preponderante) es lo que significa ser un Mechwarrior, los códigos de honor con trazas medievales y (como no, pues es un libro basado en un juego de batallas) las peleas de los ‘Mechs, ya sean individuales o en grupos.
Como segunda perspectiva nos introduce en las intrigas que existen entre las diferentes facciones del mundo cada casa tiene particularidades muy detalladas que podemos identificarlas con rasgos étnicos actuales (o en todo caso la idea que tenemos de un comportamiento tradicional ya sea chino, japonés o anglosajón).
La tercera perspectiva es la de presentarnos el mundo de Battletech como un universo complejo, con su propia historia y riqueza.
En líneas generales logra el cometido en las tres con mayor o menor éxito. Sin embargo, hay dos detalles que creo que valen la pena destacar, uno por bueno y el otro por mediocre.
Por el lado bueno, está el momento en que las computadoras investigan una lista de pasajeros de una nave que va a salir del planeta. La secuencia y la lógica de la investigación que se hace es exactamente lo que vemos ahora con las redes sociales. Los puntos en común, gustos e inclusive alergias son usados para investigar a los pasajeros asegurar con certeza quien es aquel que está viajando de incógnito. Esta misma falta de privacidad es la que vivimos ahora con las redes sociales.
Lo que me pareció mediocre, aunque con un buen intento de desarrollo de personajes, pero que se quedó en el intento es el encasillamiento de las diferentes casas con etnias: Los Liao con Japón, los Kurita con China, Los Steiner como anglosajones. No solo en los rasgos étnicos si no también en sus costumbres. Es de esperarse (por lo menos de mi parte) que luego de tantos siglos en el futuro, con una expansión de la humanidad por millones de años luz, seamos más mestizos que representantes de una sola etnia y nuestras costumbres haya evolucionado y cambiado. No digo que no tengan referencias a viejas tradiciones basadas en las actuales, si no que no sean tan abiertamente estereotipados.
Si eres fanático de este juego, vale la pena leerlo. Más nada.
Otros puntos de vista:
https://librosdeolethros.blogspot.com/2016/01/camino-del-exilio-michael-stackpole-1988.html