“El imperio final” es uno de esos libros que calificarlos como buenos es demasiado y sería injusto decir que es malo.
Para tratar de ser lo más equitativo posible, creo que tendría que comentar el libro desde dos puntos de vista, uno el de la historia en si y el otro en relación al contexto que soporta la historia, llámese mundo, cosmogonía, sistema o cualquiera que sea el nombre que se le da.
Empecemos por lo fácil, que es el mundo que nos presenta Sanderson.
Este mundo tiene varias características que lo hacen único e interesante. La primera y la más saltante para mi es que el mundo parece decadente, postapocalíptico. El sol es rojizo, una perenne lluvia de ceniza cae en todos lados y en las noches una bruma cubre las ciudades y el campo, haciendo que las personas se encierren en sus casas.
El gobierno esta detentado por un solo personaje, llamado el Lord Legislador que ha gobernado por mil años y ha dividido a la humanidad en dos clases, los nobles que detentan el poder político y económico y los Skaa, que son los esclavos. Para poder mantener el poder este gobernante ha creado dos organizaciones: los obligadores y los inquisidores (la naturaleza del inquisidor de Sanderson me pareció muy interesante).
Pero también existe magia en este mundo y la índole de la magia es lo más saltante pues esta ligada a metales ya sean puros o en aleación y cada par de metales le da una característica determinada, ya sea fuerza, sentidos más agudos o usar un metal como un imán ya sea para alejarse o acercarse al mismo. Estos poderes son raros y se suponen pertenecen sólo a la nobleza, pero los aristócratas suele tener hijos bastardos con los Skaa (que se suponen deben de matar) pero hay algunos que se salvan y unos pocos pueden tener dichos poderes.
Como punto final Sanderson nos deja entrever que el poder que tiene el Lord Legislador es por que se enfrento y venció a lo que llaman “La profundidad”, un ente que podría destruir el mundo.
El mundo que Sanderson nos presenta en su libro, en resumen es interesante y muy original.
En cuanto a la historia, eso es totalmente diferente.
Sanderson se ciñe punto por punto al mito del héroe de Campbell. No tiene mayor inventiva ni desarrollo de los personajes. Tenemos al maestro, al aprendiz reluctante, el mal que hay que vencer y los compañeros que ayudan a uno u otro bando.
Los personajes son bastante planos con poca profundidad (hay un intento meritorio de hacerlos más humanos o más reales, pero es eso, un intento), las intrigas políticas son más propias de una secundaria que de un reino. Trata de crear una ambivalencia en los personajes (no todos los nobles son malos) sin llegar a profundizar demasiado. Para ser honestos el único personaje que realmente me gusto y vi un desarrollo interesante y profundo es el llamado “héroe de las eras”.
Todo esto podría ser perdonable o ser llevado a un segundo plano. Pero lo que si considero la mayor falla de Sanderson es que piense que hay que llevar de la mano al lector. En mas de un capítulo comete el error de explicar la escena que esta ocurriendo como si los lectores fuéramos incapaces de entender lo que esta pasando.
En resumen, el libro interesante. Vale la pena leerlo si es que no tiene nada más a la mano.
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